jueves, 7 de octubre de 2010

BallDance


… Me quite la mascara para revelar mi verdadero yo. Él, hizo lo mismo casi al unísono. Al vernos supimos que estábamos destinados a conocernos. Al conocer nuestras almas sabíamos que nada nos podría separar.

Si me paro, la gente pensará que estoy lista… y la verdad es que no lo estoy. En cambio, si no lo hago, de seguro estaré en esta silla por lo que queda del baile. Ni pensarlo. Prefiero hacerles creer que estoy lista a quedarme más tiempo aquí.
Decisión tomada, me paro a la cuenta de tres: uno- alguien se esta acercando-, dos- debajo de la mascara no puedo siquiera saber si es guapo o no-, tres- me paro. Independiente si quiere o no bailar conmigo-, cuatro- parada y el joven aquel se acerca indudablemente hacia mí-, cinco- puedo distinguir mejor el tipo de hombre que esta delante mío-, seis- rubio un poco más alto que yo. A través de la mascara puedo divisar sus pardos ojos-, siete- se ve impecable en ese esmoquin de corbata y una rosa blanca en su solapa-, ocho- me toma la mano con un suave movimiento-, nueve-mi corazón comienza a palpitar mientras el extraño dice: me gusta como tu cabello contrarresta con tu vestido blanco-.
Diez…

Once: Al construir el castillo, los ladrillos cedieron.

La Valse D’Amelie

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