viernes, 29 de octubre de 2010

Vasos vacíos.


Entre tanto "que le hable que no le hable, que lo mire, que no lo mire" quise asegurar de que iba por terreno firme, antes de cagarla. Así que se dio la oportunidad (espié) de ver su nombre en la lista de curso. Sujeto AEAC. Bien, tenía el nombre... completo.
Lo próximo que debía hacer es lo que uno usualmente hace cuando posee esta bella herramienta psicópata llamada Internet: buscarlo en Facebook. No podía hacerlo esa misma noche, así que tuve que aguantarme las ganas de saber más del sujeto A. Qué cosas pensé, qué cosas esperé. Sí, no fueron muchas, principalmente quería reforzar la idea de que él tiene los mismos gustos.
Recordé cada instante en que se dejaba entrever un ápice de homosexualidad y sí, eran convincentes.
Llegue hoy, con la no muy clara idea de si debía o no usar la red social para averiguar más sobre él. No se sentía correcto. Y no se sintió correcto cuando abría su perfil. En el avatar estaba él con una amiga; en esas típicas "fotos posadas para Facebook" A con una expresión semi-seria con una sonrisa en los labios y su amiga con la boca abierta mostrando sus braquets y su lengua rosa, también con una sonrisa.
Foto "normal". Seguí bajando mis ojos hasta ver lo que realmente cuenta: sus intereses. Y allí las vi.
Megan Fox, Tilla Tequila y una tal Jeraldin. Gustos completamente straights, que me deprimieron por un momento pero después... no.

Y no me quejo. Para nada. Sí, fue lindo creer que él podría ser parte de mí, sin embargo hay tanto pez en el mar que no quiero deprimirme por un pez que no le gusta el agua dulce.

El amor llegará, no lo espero en este momento para ser exactos, pero eso es para otra entrada.
Además... estoy bien (:

jueves, 21 de octubre de 2010

Hello, hello is anyone home?


Es increíble cuando tienes en mente a alguien que podría ser tu pareja.

Al denominado sujeto "A" lo conozco desde los primeros días de agosto y no he parado de pensar en él desde los primeros días de septiembre.
La primera vez que lo vi fue como si una señal viajara directamente hacia mi cerebro y me dijiera "levanta la cabeza y mira al chico que consulta a la profesora". Miré. Y ahí estaba A con su ropa de colegio piernas juntas inclinado en un angulo de setenta grados y ambas manos entre sus piernas, una posición que no todos los hombres straight suelen hacer. Las semanas pasaron y más señales percibía de él: su manera de hablar, de sentarse (una rodilla encima de otra), de mirar, el cómo se hizo amigo de mujeres y luego de hombres, el que no le tenga miedo al ridículo...
Sí, son actitudes que todo hétero podría tener, pero cuando las juntas con miradas de reojo al autor de este blog o con miradas descaradas cuando este hombre le hace consultas a la profesora, no es tan heterosexual que digamos.
"Háblale" me dicen. Pero, no [x)]. Cómo lo abordo, qué le digo, cómo le hago saber que lo quiero en mi vida, pero lo más probable es que no sea reciproco, de hecho es más común que A no sea gay a que sí lo sea [...]
Pero me gusta y mucho tanto que hoy casi se lo digo; en medio de la clase me daban ganas de darme vuelta, mirarlo en los ojos y sólo decirle "me gustas". A pesar de querer hacerlo no lo hice y no me molesta, sí me molesta que no tenga la fuerza para poder por lo menos decirle: "Hola mi nombre es Alexis ¿quieres ser mi amigo? (:"

Ps: Estoy en proceso para cambiar mi nombre... y apellido

lunes, 18 de octubre de 2010

Todo empezó con un sueño.



Me encontraba en mi casa, mi humilde y pequeño apartamento, sentado, esperando que algo extraordinario suceda... Luego, de la nada, entran por la puerta principal dos caballos: marrones, grandes, árabes, normales para uno que ha visto pocos caballos en su vida. Éstos pasan por el metro cuadrado denominado living y se dirigen a la cocina. Ambos equinos majestuosos entran en un espacio de un metro por tres metros. Sorprendido por la hazaña me levanto de mi cómodo respaldo y voy hacia esa habitación. Al momento de pararme y comenzar a caminar, un perro, negro, estatura media, furioso, aparece a mi lado y, como era de esperarse camina conmigo. Pude reconocer, después de unos pasos, que el mediano animal era mi actual mascota.

Al llegar a la cocina el perro no pudo acercarse a  los arábigos, como si un campo de fuerza lo detuviera, mas los trataba de morder y marcar su territorio, como lo hacen todos los caninos.

Soñar con caballos representa entre muchas cosas logros. Logros que uno ha estado esperando desde hace mucho tiempo. Por otro lado, soñar con un perro furioso significa mala fortuna.
Eso según páginas esotéricas que yo generalmente, no hago caso por su información tan heterogénea.
Según yo, los caballos son "buenos augurios" en algo que sí he estado esperando durante mucho tiempo, es decir, amor. Sin embargo, el perro furioso que aún trata de marcar su territorio y no "quiere" que yo obtenga a esos caballos, creo saber lo que puede significar, sobre todo basándose en este blog.
El perro es lealtad, un amigo inseparable que no importa cuanto daño le causes, él siempre confiará y volverá a ti. Todavía pretendo que "él" vuelva, de una u otra manera. Por lo menos saber de sus palabras que está bien, que es feliz, decirle de mis labios que soy feliz. Y no estar arrancándose el uno del otro, por que, afortunadamente, vivimos en el mismo distrito.
Su fantasma me persigue. Cada día con menos fuerza. Pero, aún está ahí.

-----

Mi horóscopo, -en el único que realmente creo, ya que desde que lo leo le atina a cada cosa que está pasando en mi vida- dice que tengo "grandes planes que están por realizarse, pero que no tienes que esperar por ellos" sino que "tienes que poner esfuerzo para poder lograrlos". Es obvio, cualquier persona que lo leyera  pensaría que es sólo una crap más. Y yo, ahora que lo pienso, tiene sentido.
Pero, desde ese domingo 17 me siento más esperanzado, me siento más vivo. Estoy completamente seguro que mi vida en unos días más va a dar un cambio radical y positivo.
Estoy seguro que esos caballos son lo que he estado esperando. Sé que ese perro furioso desaparecerá tan limpia y simplemente como llegó, y que este positivismo perdurará hasta que... Dios diga lo contrario.
Y estaré preparado, por que cuando Dios diga lo contrario, ya seré alguien feliz, completa y enteramente feliz.

:)

miércoles, 13 de octubre de 2010

Confesiones a una amiga 2

Letra normal: yo
Letra enegrecida: Mane
*El blog me cambió el color de las letras, pero son las 2.10am llevan tres mineros afuera y no tengo ganas de camabiarlo... aka: sueño*
-----
Mane...
fabian
EL otro día soñe que me punteaba a Spiderman
yiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
zid:
sii
uuh wena wenaaa
xd
fue loco
y riko xD
haha demas po
= sexy
pero porq o q onda?
siii con el trajesito y trasero redondito.. uff fue bkn xD
estaba caliente supongo xD
uuuh
xd
demas
pero q onda te lo encontraste en tu casa asi?
xd
aaa no
fue extraño xq estabamos en una especie de nave espacial
y onda habian varios superhéroes y weas locas
xD
ooh bakaan
y puta yo veia como hablaban asi a lo liga de la justicia yyy
haha
onda yo estaba a una distancia de, puta, 5 metros de los superhombres xD
yyy derrepente veo a spiderman
y baba
jajaj
me empiezo a acercar
por detrás, obvio
hasta que llego bien BIEN cerca
claro
xD
uuuuh
y m elo punteo
xD
y el q hace? zid:
na pos se deja
xD
es que fue cortito el punteo onda como 20 segundos y despues me desperte o cambió el sueño
algoa asi
aaaaaaaaaaaa
podria haber seguido :/
siii
pero no u.u
u_____________u
yo = hace ene q no tengo sueños porno zid:
yo los estoy teniendo a menudo
... no sé xq :/*
por falta de follon yo creo xD
si po
eso es
si a mi = me pasa
cuando no pasa na de 1313 xD
xDDD
demá
xD
si po
si despues se vuelve necesida la wea...
-----

Se vuelve necesidad, aún retumba esa frase en mi cabeza. Me gusta como a cualquier ser humano, pero de ahí a que se vuelva necesidad... creo que es una etapa a la que todavía no llego y que no sé si quiero llegar... sólo. [xD]
Si bien una de las cosas que uno hace con su pareja es follar, para mi es un placentero agregado del amor. Sin amor no hay follón, por ahora. [Utilicé follón solo para que "rimara" xD]
:)

jueves, 7 de octubre de 2010

BallDance


… Me quite la mascara para revelar mi verdadero yo. Él, hizo lo mismo casi al unísono. Al vernos supimos que estábamos destinados a conocernos. Al conocer nuestras almas sabíamos que nada nos podría separar.

Si me paro, la gente pensará que estoy lista… y la verdad es que no lo estoy. En cambio, si no lo hago, de seguro estaré en esta silla por lo que queda del baile. Ni pensarlo. Prefiero hacerles creer que estoy lista a quedarme más tiempo aquí.
Decisión tomada, me paro a la cuenta de tres: uno- alguien se esta acercando-, dos- debajo de la mascara no puedo siquiera saber si es guapo o no-, tres- me paro. Independiente si quiere o no bailar conmigo-, cuatro- parada y el joven aquel se acerca indudablemente hacia mí-, cinco- puedo distinguir mejor el tipo de hombre que esta delante mío-, seis- rubio un poco más alto que yo. A través de la mascara puedo divisar sus pardos ojos-, siete- se ve impecable en ese esmoquin de corbata y una rosa blanca en su solapa-, ocho- me toma la mano con un suave movimiento-, nueve-mi corazón comienza a palpitar mientras el extraño dice: me gusta como tu cabello contrarresta con tu vestido blanco-.
Diez…

Once: Al construir el castillo, los ladrillos cedieron.

La Valse D’Amelie

lunes, 4 de octubre de 2010

Sueño contigo 3

 Domingo 3 de octubre.

 Voy camino al metro, como cualquier otro día. Mi reproductor de música, de una manera extraña, escoge perfectamente cada canción que deseo escuchar sin necesidad de programarla.
Las boleterías del subterráneo están tan alborotadas como siempre.
“En estos momentos me alegro de todavía ser estudiante”, pienso.
Mientras hago la fila para pasar por el torniquete veo a alguien que me resulta familiar, pero claro solo veo su espalda. Ella se encontraba dos personas por delante de mí. No quería perder mi lugar a causa de una corazonada y, sinceramente, no me gusta encontrarme de improviso con gente que conozco, así que espero mi turno para pasar la tarjeta. Sin dejar de mirar a la conocida desconocida; acerco el rectángulo anaranjado al torniquete, emite el peculiar sonido, reviso despreocupadamente el saldo restante, paso por el famoso torniquete y sigo a la enigmática chica de verde.
Al bajar la escalera hacia el andén me percato que sí conozco a esa chica, pero hay algo distinto en ella, muy distinto.
Su nombre es Lorna suele ser la típica chica otaku; generalmente vestida de ropas negras, delineador del mismo color en sus verdes ojos, bolso adornado con parches y calcomanías de sus grupos favoritos del país del sol naciente, además de animes.
Ella solía ser así, pero ahora parece ser una chica normal bajando la escalera despreocupadamente para, talvez, ir a ver a sus amigos en alguna estación cercana, o volver de un día común y corriente a su casa. Vestía un suéter verde, blue jeans desgastados en los muslos y zapatillas converse de color rojo, sí definitivamente no era aquella chica otaku que en el pasado conocí.
Antes de poder acercarme a ella, me mira, sonríe y dice mi nombre. Me espera a que esté en su mismo peldaño. Bajo sin apuro, la sonrisa sigue en sus labios. Al llegar me abraza como si nos conociéramos de toda una vida preguntando de modo apresurado cosas que sólo un amigo habitúa a preguntar. Extraño, ya que ella nunca fue una amiga para mí y tampoco yo para ella. Pero que más da, nunca es malo encontrar a alguien para acortar una tediosa ida en metro.
Respondo a sus preguntas, mientras bombardeo con otras y así.
Estuvimos conversando horas y no, no nos subimos a ningún tren, en vez de eso nos sentamos en  la banca de los andenes a contestar, sin miedo, cada una de las consultas que nos iban surgiendo acerca el otro. En un momento determinado de la conversación su sonrisa comienza a desaparecer, pero aún así puedo ver que mantiene el ánimo inicial de “amigos”.
Le hablo animadamente de algo en particular. Ella se para pero yo sigo hablando. Se posiciona frente a mí, yo sigo hablando. Luego dice “Me tengo que ir” yo freno en seco pero no por sus palabras, sino por el gesto que hizo a continuación de terminar la frase. Al mismo tiempo que llegaba al andén un nuevo tren, ella pone su mano izquierda a la altura de su ojo derecho y desliza su mano como quien cierra una cortina y eso es lo que pasó.
En frente de mis ojos ella desaparece atrás de una cortina amarillenta adornada con simples flores marrones. Miro hacia donde estoy sentado y ya no eran las coloridas bancas del metro, sino que era una camilla de hospital. Miro otra vez hacia donde, supuestamente, Lorna debería encontrarse pero solo veo un incontable número de flores. Mis cejas se arquean y siento que algo calido y suave toca mi mejilla derecha por unos segundos. Al separarse de mi mejilla escucho un pequeño sonido “un beso”, pienso “¿pero de quién?”
Giro mi cabeza tan rápido que me duele el cuello. Lo que veo no es algo que me agrade, más bien es algo… alguien, que no quería ver en ese momento o en cualquier otro momento. Con mi sorpresa y aún mirado a esa persona me corro un poco hacia la izquierda sin moverme de mi posición y digo su nombre con duda y algo de extrañeza. “¿Vicente?”
Vestido como usualmente lo hace;  zapatillas claras, jeans azul pálido, polera gris con una camisa blanca manga corta encima y, para mi sorpresa, un collar que le di en nuestros primeros meses de noviazgo: una medalla de la Virgen María con un lazo de color negro, el regalo de mi graduación. Pero algo resaltaba en sus ojos, los tenía un poco más abiertos de lo normal, como si estuviera en constante alerta.
Manteniendo mi sorpresa y mi distancia le pregunto “¿Vicente, qué haces aquí?”
Su repuesta fue tan sorprendente como el beso en mi mejilla “Perdóname”, dice.
Yo quedo pasmado sin saber exactamente a que se refiere o que tiene que ver eso con mi primera pregunta. Antes de que yo pueda abrir otra vez mi boca para poder preguntar él se adelanta “En serio, perdóname.” Se acerca para darme otro beso en la misma mejilla con la misma expresión: hipnotizado. Aún sigo con la espalda curva intentando alejarme de él y con mi cara sorprendida. “Me equivoqué. Sé que hice mal, por favor perdóname.” Desencorvo mi espalda. Ahora en vez de estar a un metro de él estoy a noventa centímetros. Cierro mis ojos y medito. “Creo saber a que se refiere, pero necesito estar seguro”. Sin abrir los ojos giro mi cabeza hacia Vicente y comienzo a hacer la pregunta “Es por--” me veo cortado por sus labios que estaban pegados a los míos. Los mueve lentamente, pidiendo permiso. Mis labios le dan la respuesta, permiso concedido.
----
No sé que pretende mi subconsciente cambiando personas que yo sé que no han cambiado o poniéndome en estas situaciones que más que placer me causan incomodidad. Lo quiero, pero no de esa manera. Él fue. Nosotros fuimos. No veo de alguna manera el “seremos”.
Tuvimos la oportunidad. La oportunidad era, no lo es más. Él está con otro, yo prendo lo mismo.
Y sé que si algún día nos encontramos en la calle, se va a arrancar como la última vez…
Al menos que haya madurado.

viernes, 1 de octubre de 2010

Ahhh...

Sigh* 

Cuando uno tiene dudas acerca de su estadía en el plano viviente del mundo se pone sensible.
Noticias sobre cancer, terremoto, golpe de estado, un techo para Chile, teletón... de ese estilo, me dejan mal.
Lo curioso es que antes no me pasaba, era una persona muy nihilista cuando se trataba de la salud de otras personas que no fueran de mi circulo. Ahora si son de mi grupo o no es irrelevante.
Ya no soporto el sufrimiento ¿será porque, eventualmente, me preparo para morir? [o:]
Nah, eso sería muy extremista; no creo vaya a morir, sufrir sí y harto eso puedo hasta firmarlo, pero morir no, por lo menos no en un corto plazo. [(:]
Siempre supe que iba a morir joven, no sé por que. Lo que sí sé es que tengo que seguir hasta que Dios diga lo contrario.

Sigh* 

Así es la vida...