miércoles, 7 de octubre de 2009

Sonrisa. [Primera noche.- Parte1]

Advertencia: Esta historia es real pero; nombres, lugares, personajes, características y situaciones han sido cambiados para proteger a los inocentes.

Estaba acostado sobre mi cama. Eran casi las seis de la tarde debía encontrarme con los demás invitados en el metro Universidad de Chile a eso de las ocho, pensaba seriamente si quería ir o no al cumpleaños de mi mejor amiga. No tenia ganas, de hecho, no sentía ganas de absolutamente nada esa tarde. Mi teléfono suena.

-Hola, ¿como estai'?- Dijo Daniel.
-Bien, ¿y tú?
-Sí, igual... Oye no voy a ir al cumpleaños de la Lucia.
-Aaah... ¿Por qué no?
-Mis padre no me puede ir a buscar y ni cagando me voy sólo.
-No, sí cacho.
-Pucha, igual sorry. Después me contai' como fue todo, mándale saludos a la Lucia.
-Bueno...
-Ya era pa' eso no ma' cuídate, chao
-Chao...
Cerré la tapa de mi celular. Pensé. Recapacité. Uno de sus amigos no iba a ir, dos sería un fracaso a la fiesta sorpresa. Me desperté de mi sueño consciente y tomé una ducha.
-¿Vas saliendo?- Pregunta mi madre
-¿No se nota?
-Voy a ir a ver a la mami y aprovecho de ir a buscar la ropa, ¿te dejo en el metro?
-Bueno...
Mucha gente no había, pero tampoco había poca. El viaje fue... fue. Dieciocho minutos más tarde salí del andén de Universidad de Chile para encontrarme con lo que, supuestamente, seria un grupo grande de gente. Por efectos de mi personalidad había llegado antes, como siempre. ¿Qué hacer? Pues bueno, dar vueltas por la estación hasta ver a alguien conocido, además, Universidad de Chile tiene forma de ocho, camino cíclico, ¿cómo no me voy a encontrar con alguien? Camino, suena "My heart" de Paramore en mis oídos. Doy vueltas la segunda esquina y casi de choque me encuentro con él... mi primer conocido.
Estaba escuchando música en su iPod, lo pude notar porque esos indiscutibles audífonos blancos resaltaban en su vestimenta opacada. Llevaba la cara casi si expresión buscando a alguien, quizás, igual que yo. Al verme dibujo una sonrisa en su rostro y en el mío también.
-Hooolaaa- Dijo
-Hoola ¿Como tai'?- Respondí dándole un abrazo y un beso en la mejilla, los cuales, para mi sorpresa, fueron aceptados e imitados.
-Bien- Dijo suspirando.- ¿Y no ha llegado nadie más?
-Parece que no, eres la primera persona que veo, además acabo de llegar.
-¿Los esperamos acá?
-Demos vueltas, aparecerán en algún momento.- Su sonrisa me dejo claro que accedía a la invitación.
Lo siguiente fue, sin duda, seguir caminando. Dimos un par de vueltas mientras conversábamos acaloradamente sobre música en la que compartíamos gustos. Nos sentamos. Hablábamos. Reíamos. Cantábamos. Siempre con esa sonrisa en ambos rostros.

No hay comentarios: